Atentados y persecusión
- Pablo A. Fernández
- 26 abr 2019
- 2 Min. de lectura
Duele leer que ISIS se adjudique los atentados en Sri Lanka. Que digan "la Pascua es una fiesta blasfema" es como un puñal en el corazón. De esa declaración saco dos pensamientos.
Para los extremistas no hay mandamiento del amor. No hay sermón de la montaña. No hay luz de la resurrección. Es triste. Hay que orar por ellos, para que el Espíritu Santo toque sus corazones y cambien. Una persona que cree que los atentados terroristas tienen algo espiritualmente bueno, está espiritualmente muy confundida. Muy pero muy confundida.
Los fanáticos violentos no hacen distinción por antigüedad de la denominación, o por un credo cristiano en especial. Católicos o evangélicos, a ellos les da igual. Como católico me duele que ataquen a los evangélicos, o a cualquier miembro del Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.
Los ataques que sufrimos de los extremistas islámicos, del feminismo o de quién sea, nos deberían unir. Son muchas las cosas que tenemos en común católicos y evangélicos. Ejemplo: Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, murió por nuestros pecados y resucitó al tercer día. Partiendo de verdades así dialoguemos, con amor, unos con otros. ¿Cómo puede ser que nos maten por ser cristianos y entre mismos cristianos nos "matemos" con la lengua? No tiene sentido. Las diferentes interpretaciones de la Biblia y el deseo de Dios de que seamos uno (Juan 17,21; 1 Corintios 1,10; Efesios 4,3; Romanos 12,16, etc), nos demuestran que estamos haciendo algo mal. Mejor será que nos serenemos, oremos, estudiemos y dejemos de atacarnos. O sea, que actuemos todos como verdaderos cristianos.
Si bien soy católico convencido, este no es un blog de apologética. Así que dejaré el tema ahí. Si alguien quiere contactarse por algún tema relacionado a la defensa de la fe, que me escriba al mail y le recomiendo qué leer o conversamos. Mi mail es pfernan1986@gmail.com

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