Despertador inoportuno
- Pablo A. Fernández
- 22 abr 2019
- 1 Min. de lectura
Empecé a cantar el blues "Texas Flood", y a puntear en la guitarra en cada silencio de la voz. Me di cuenta de algo: no sé toda la letra (sólo sé la primera línea), así que le hice una seña a Jimmy Vaughan para que siguiera cantando él. De ahí en más me dediqué al fraseo blusero, con estiramientos y vibratos cargados de sentimiento.
Frente a mí, aparece un hombre de sombrero, botas y una Stratocaster. Se trata de Stevie Ray Vaughan. Todos los presentes sabíamos que él estaba muerto, pero seguimos tocando igual, contentos de compartir con semejante guitarrista.
El blues aumenta la intensidad y está a punto de comenzar un solo de guitarra. ¨¿Lo hará Stevie o lo hago yo?", pienso con naturalidad.
......
Suena la alarma del despertador. Lo apago rápidamente para no despertar a mi esposa y al bebé, que duermen tapados hasta el cuello con un cubrecama bordó. Por un momento lamento no haber seguido soñando, pero luego me doy cuenta de que la vida es mucho más que zapar con héroes de la guitarra. Cada día es un regalo del buen Dios. Como también son regalos mi familia y las responsabilidades. Es por eso que decido pasar un tiempito con Él y agradecerle de corazón.
PD: ¡Muy pero muy Felices Pascuas de Resurrección!

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